El comediante mexicano Roberto Gómez Bolaños, Chespirito, recibió ayer el último adiós en una ceremonia privada con familiares y allegados en un panteón de la capital, al que llegaron fanáticos agradecidos por la diversión que regaló a generaciones de niños de América Latina.
El féretro con los restos de Gómez Bolaños, fallecido el viernes a los 85 años, arribó al Panteón Francés de la Piedad en una carroza fúnebre blanca seguida por policías motorizados y vehículos de familiares y ejecutivos de Televisa, la cadena para la que el actor, guionista y escritor trabajó casi toda su vida.
En el restringido acto, familiares y amigos cantaron algunas de las canciones de las series de Chespirito como Qué bonita vecindad, de El Chavo del ocho.
"Descansa en paz ya, papito. Ya te han sido revelados los misterios de los sabios. Has visto el rostro de Dios”, dijo una de las hijas de Gómez Bolaños antes de que fuera sepultado, según publicaron medios mexicanos.
En las inmediaciones del panteón, ubicado sobre una transitada y céntrica avenida, decenas de seguidores de El Chavo del Ocho esperaron la llegada de la carroza. "Gracias por tantas risas, te extrañaremos”, decía un cartel que llevaban dos adolescentes. "Hasta pronto Chavo. No te vayas sin tu torta de jamón”, rezaba el cartel de dos ancianos que llevaron un sándwich de jamón como ofrenda a Gómez Bolaños.
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