jueves, 11 de septiembre de 2014
Charlie Sheen da 1.000 dólares al camarero al que un futbolista dejó 20 centavos de propina
Como si se tratara de interpretar al mismísimo Robin Hood para combatir una injusticia económica, el polémico Charlie Sheen, utilizando su Twitter como arma, se comprometió a transferir 1 000 dólares a Rob Knelly, el camarero del restaurante PYT de Filadelfia -propiedad del empresario Tommy Up- a quien la estrella del fútbol americano LeSean McCoy dejó una ridícula propina de 20 centavos el pasado lunes.
"Querido Tommy Up de PYT en Filadelfia. Por favor, dile a Rob K que prometo darle 1 000 dólares porque quiero ayudar con el desastre de la propina. C", escribió el intérprete en su cuenta de Twitter.
La oferta del actor llega después de que el propio Tommy Up publicase en la página de Facebook del restaurante una fotografía del recibo firmado por el jugador de los Philadelphia Eagles tras su estancia en el local. El ticket muestra, escrito del puño y letra del propio deportista, la mísera cantidad de 0.20 dólares en el apartado de la propina, debajo de una consumición total de más de 60 dólares.
"La propina de 20 centavos que LeSean McCoy de los Eagles acaba de dejar en su cuenta de 60 dólares a nuestro camarero va a serle muy útil para comprar la nueva camiseta oficial de McCoy de la que está encaprichado. Es una propina del 0.03% de la cuenta. ¡Nuevo récord!", escribió Tommy Up junto a la imagen.
Por su parte, Rob Knelly -quien paradójicamente es fan del equipo Baltimore Ravens, rival de los Philadelphia Eagles- se mostró muy descontento, no solamente con la propina, sino también con el trato que el deportista y sus acompañantes le dispensaron durante su cena.
"Fui lo más simpático que pude, porque no quería que se pusieran a gritarme e insultarme. Les hice algunas preguntas pero no estaban muy receptivos. Insultaban y hacían comentarios despectivos. Cuando les llevé lo que habían pedido, se me olvidó uno de los entrantes y me disculpé. Pidieron cosas que, después de habérselas servido, no quisieron comer y dijeron: 'No vamos a comernos esta mi**da. No lo queremos", afirmó al portal NJ.com.
"No sabían mi nombre. Solamente dijeron: 'Tú eres el que nos sirve, ¿no?' Estaban siendo muy maleducados así que después de llevarles la comida no volví a la mesa hasta que terminaron. Me limité a evitar su grosería", reveló también a la cadena de televisión NBC Philadelphia.
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