Organizada en el Carrousel del Louvre, junto al museo, después de Londres, Estocolmo, Berlín, Ámsterdam, Tel Aviv, San Diego y Madrid, la muestra permite revivir en París el fascinante y torturado universo de los Siete Reinos a todo aquel que haya logrado hacerse a tiempo con una entrada.
La experiencia interactiva de Juego de tronos. La exposición concluirá su pequeña gran gira mundial el 12 de septiembre en el Carrousel parisino, días después del inicio de la esperada quinta temporada de la teleserie estadounidense, prevista hoy en Francia.
En la muestra, el visitante podrá contemplar maquetas de dragones, trajes de princesas, espadas de reyes y monstruos gigantes, disfrutar de artefactos de tamaño natural y de espectaculares juegos virtuales, previa jura de lealtad a una de las familias reales en liza.
Esta es la condición indispensable para poder acceder a la muestra, además de estar en posesión del billete nominativo y de una cédula de identidad con el mismo nombre. Por supuesto, sin equivocarse de día ni de hora.
Solo entonces se podrá aspirar a proteger “el Muro”, a sentarse en el Trono de Hierro como el rey de los Siete Reinos, ir a su capital, “Desembarco del Rey”, o contactar con los Stark,de acuerdo con la turbulenta saga que inspiró la serie, Canción de hielo y fuego, cuya escritura comenzó George R. R. Martin en 1996.
Paralelamente, esta semana la ciudad española de Gerona pasó a formar parte del universo de la exitosa serie de HBO, se ha convertido en algún lugar de los Siete Reinos, donde el rodaje se lleva con el máximo secreto, aunque ello no desanima a curiosos ni turistas.
Decenas de miembros del equipo técnico, más de medio centenar de extras, turistas, curiosos y periodistas, se dieron cita en el Barri Vell (barrio viejo) de la ciudad. Unos como parte del mundo fantástico de George R. R. Martin y otros en busca de una foto o intentando ver a alguno de los protagonistas
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