"Uno tiene que inventar. Como en otros países inventan cómo fabricar un carro, un avión... Inventan. Aquí inventamos cómo hacer la droga”, es uno de los testimonios que se refleja en la serie de televisión Amazonas Clandestino que contó con la producción boliviana Indómita en varios de sus capítulos. Detrás de ese trabajo hay historias y anécdotas que reflejan duras realidades y un trabajo arriesgado.
Amazonas Clandestino, que consta de seis capítulos, de una hora cada uno, fue estrenada con gran éxito en Discovery Max en Europa y podrá ser vista en Bolivia a partir de octubre. La directora de Indómita y cineasta, Adriana Montenegro, encabezó la producción de varios capítulos, cada uno de ellos con diferente temáticas: el nexo del narcotráfico de Perú y Brasil con Bolivia, operativos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico de Bolivia y la minería ilegal en la selva peruana.
"Amazonas Clandestino es básicamente ver la Amazonia como un territorio en conflicto y analizar esos conflictos de una manera muy justa y correcta. No sólo ver el lado oscuro, sino el reto que tienen los Estados al resolver los problemas”, detalla Adriana Montenegro.
Indómita creó una serie de televisión llamada Sur, que está en etapa de producción. En ella se cuentan historias que suceden en las cinco fronteras de Bolivia, son 10 capítulos de ficción que incluyen un trabajo documental y "transmedia”, aplicado en varios medios. Con Sur participaron en un mercado de contenidos en Brasil y llegaron hasta el Festival Cannes.
Gracias a ello conocieron a su asociado estratégico: la productora española 93metros, cuyo socio es el excorresponsal de guerra David Beriain, quien dirige y presenta Amazonas Clandestino. Así se generó el lazo para desarrollar esa serie y Sur.
La logística, entrevistar a personas en pleno desarrollo de actividades ilegales y la investigación son algunos de los desafíos que el equipo de filmación de España e Indómita tuvieron que superar.
Un desconocido muy familiar
Mientras la cineasta filmaba en una ciudad amazónica de Bolivia, entre 2012 y 2013, conoció a un personaje muy interesante que se animó a contarle su historia. En el proceso ambos se hicieron amigos. Cuando Montenegro regresó para Amazonas Clandestino a la misma ciudad, un año después, se encontró con que la investigación del equipo había determinado que él no era quien había dicho. Era, más bien, una de las personas clave del narcotráfico en la zona, pero no sabía que detrás de la producción de la serie -en la que no quería participar- estaba la cineasta.
Montenegro fue a buscarlo y logró que sea parte de Amazonas Clandestino. Él le dijo que sólo por tratarse de ella participaría de la serie. "Esta anécdota me ha hecho dudar de todo. Yo, como directora de cine, creo y establezco una relación con un personaje y resulta que este señor nos engañó y era un personaje ‘pesado’; pero al mismo tiempo, por esta relación, logramos tener el acceso”, señala poco antes de confesar que la última noche de filmación, en esa ciudad, sintió que estaban en peligro.
Un avión y Narcovidas
Otra de las anécdotas se dio en el inicio del trabajo en Bolivia, cuando la cineasta tenía que recoger al equipo de filmación que estaba en Puerto Maldonado, ciudad del sureste de Perú y capital del departamento Madre de Dios. Es que la mayoría de las avionetas bolivianas no cuenta con los permisos técnicos para aterrizar en Perú.
"Cuando llegamos a Puerto Maldonado no había aterrizado un avión internacional y específicamente boliviano en 20 años, salió todo el mundo a recibirnos en el aeropuerto”, cuenta.
En él volaron por Pando, Beni y Santa Cruz. Tenían 10 días para filmar, algo que no se logró. Beriain tuvo que regresar después de un mes y semanas a concluir el trabajo. Sin embargo, el acceso que lograron en Bolivia fue ideal. Los testimonios conmovieron al equipo hasta las lágrimas. A partir de ello nace otro proyecto llamado Narcovidas.
"La anécdota más grande que puede haber es llegar y que alguien que está cocinando cocaína te diga que quiere irse a Lima y ser chef. Que entrevistes a alguien que es un sicario y te diga que quiere ser abogado o que el más capo del narcotráfico en una ciudad amazónica te diga que quiere ser militar”, explica la cineasta.
A partir de lo vivido, dice que al observar a esas personas, es posible tomar conciencia de que la simpleza de juzgar lo blanco o negro, quien es bueno o malo, no es tal. Nada es simple, es necesario buscar los dos o más lados que tiene una historia y su complejidad. De eso precisamente se tratan las futuras series Sur y Narcovidas.
Sobre el trabajo y las series de Indómita
Sur La serie de televisión Sur, que está en etapa de producción, muestra la situación que se vive en las fronteras bolivianas. Es producida por Adriana Montenegro (directora), Militza Bedoya (productora ejecutiva), Juan Pablo Piñeiro (guionista), Paul de Lumen (director de fotografía) y Patricio Croocker (fotógrafo y periodista).
Capítulos Tendrá 13 capítulos de ficción. La premisa es hacer historias humanas que muestren lo que significa vivir en las fronteras.
Trabajo La productora Indómita fue fundada en 2009. Produce contenidos para televisión y campañas multiplataformas como la de La Paz Bus, entre otras.
Web Indómita está en la Web: www.indomita.bo.
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