Parece mentira, sin embargo, fue en 1998 que se estrenó por primera vez la serie que daría un punto de vista completamente distinto sobre la relación de las mujeres con el sexo: “Sex and the City”. Nueve años después de su última transmisión, “Sex and the City” sigue dando de qué hablar. Controvertida, sin pelos en la lengua y muy divertida, este show de televisión se quedó incrustado en la mente de todas las mujeres contemporáneas.
Sus comienzos y un poco más. La serie inició narrando la vida, desventuras y amoríos de cuatro mujeres que vivían en la ciudad de Nueva York: Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker), Samantha Jones (Kim Catrall), Charlotte York (Kristin Davies) y Miranda Hobes (Cynthia Nixon) y obviamente, también relataba sus relaciones sexuales y la forma en la que ellas responden después, durante y antes de tenerlas. Además de tener una trama sumamente interesante, esta serie se enorgullecía por mostrar las tendencias de la moda más impactantes que corrían en las pasarelas. El impresionante talento de la estilista Patricia Field hizo que diseños de Dior, Chanel, Valentino y, por supuesto Manolo Blahnik adornaran a las protagonistas, dándoles un estilo inigualable y que sin duda refleja la vida real de las mujeres neoyorquinas. “Sex and the City” ayudó a transmitir la idea del nuevo género femenino y ayudó a alejarlo del machismo y servilismo observado en series de décadas anteriores.
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