Lo primero que hay que señalar es que, efectivamente, los créditos iniciales han cambiado: antes narraban la rebelión del Rey Robert y otros eventos de Poniente, pero ahora arrancan con la caída del Muro y el avance los caminantes blancos (en la esquina inferior derecha) y los cuervos volando desde arriba para recorrer lugares emblemáticos y asistir desde la Boda Roja hasta el nacimiento de los dragones de Daenerys.
El primer episodio de la temporada 1 Juego de tronos se tituló "Se acerca el invierno" y éste "Invernalia", así que los paralelismos están asentados desde el inicio. En aquel episodio Robert Baratheon viajaba al Norte para presentarle a los Stark a su esposa Cersei Lannister (y pedirle a Ned que fuera su mano); ahora es Jon quien presenta a Daenerys Targaryen.
En todo momento, este episodio recuerda a la inauguración de la serie: la respuesta emocional de Arya ante la comitiva y los reencuentros, son similares a las despedidas. Por ejemplo, Jon besa en la frente a Bran (así se despidió de él en el segundo episodio antes de marcharse al Muro para formar parte de la Guardia de la Noche) y abraza a Arya con la misma fuerza con la que le dijo adiós.
Respecto a los augurios, no son nada buenos. De la foto inicial solo sobrevivieron un puñado de personajes: Bran, Sansa, Theon Greyjoy y Jon Nieve (Arya no estaba en ese momento) y fueron asesinados o ejecutados Ned, Catelyn, luwin, Jory, Robb, Rodrik y Rickon. Esperemos que en esta ocasión, la tasa de supervivencia sea mayor.
Justicia poética a golpe de ballesta
Qyburn, actual mano de la reina Cersei, fue a ver a Bronn para hacerle un encarguito de parte de su patrona: matar a sus hermanos Jaime y Tyrion, pero no de cualquier manera, sino con la ballesta con la que éste último liquidó a su padre Tywin Lannister cuando tenía las posaderas en la letrina de su alcoba. Le dice que la reina tiene "un agudo sentido de la justicia poética".
La cuestión es que Bronn tiene una buena relación con Jaime y, al menos hasta la fecha, ha sido un personaje razonablemente simpático con él, así que no lo vemos acribillando a quien ha sido su compañero de aventuras y desventuras en tantas ocasiones. Lo que está claro es que a Bronn nunca lo dejan consumar. No solo tiene que aguantar los chismorreos de las prostitutas con las que intenta yacer (que no le hacen ni caso) sino que es interrumpido por un hombre al que una de ellas se insinúa.
