“La línea que separa la televisión de categoría de las superproducciones cinematográficas se está estrechando cada vez más”, reflexiona Charles Dance, el veterano actor británico que da vida a Tywin Lannister. “Si quieres encontrar buenos guiones y buena calidad, hoy tienes que buscarlos en las series, especialmente en las estadounidenses, porque se gastan el dinero en las cosas correctas: escritores y producción. Juegos de tronos es mucho mejor que la mayoría de películas que están ahora en cartelera”. Esta es una de las razones por las que la serie se ha convertido en una de las más exitosas de la historia de HBO con más de 18,4 millones de estadounidenses que ven cada capítulo al sumar las diferentes plataformas en las que se proyecta.
Fenómeno mundial
La única serie de la televisión en la que el héroe puede ser ejecutado desde el primer capítulo está basada en Juego de tronos, el primer libro de Canción de hielo y fuego, una colección de siete (ya hay cinco publicados) nacida de la retorcida mente del escritor y guionista de televisión George R.R. Martin. En ella, varias familias nobles luchan, entre masacres, torturas, intrigas, traiciones y sucesos sobrenaturales, por la conquista del llamado Trono del Hierro. “Juego de Tronos resuena porque ocupa el mismo universo humano que nosotros”, cuenta D.B. Weiss, creador de la serie junto a David Benioff. “¿Y cómo va a resultar realista si los personajes de la historia no estuvieran obsesionados con el sexo?”, explica sobre la abundancia de violaciones, coitos salvajes y desnudos mostrados sin tapujos.
Una de las cosas que quedan claras es que la mujeres son las grandes protagonistas de Juego de tronos y no precisamente por la belleza indiscutible de sus actrices, sino por la complejidad de las personalidades que interactúan, por ejemplo, en esta cuarta temporada vemos crecer a la vehemente Arya Stark; Daenerys Targaryen comprende al fin que una gran fuerza conlleva una gran responsabilidad, la irreverente Ygritte pone a prueba su amor por Jon Snow; Cersei Lannister lleva al límite su crueldad y un personaje tan tierno como Sansa por fin despierta.
A diferencia de historias épicas, esta serie tiene muchas referencias históricas reales. La Inglaterra de la Guerra de las Rosas, el imperio de Atila y sus Hunos, la Italia del siglo XVI y los pueblos y ciudades del Medioevo y el Renacimiento tienen su reflejo en la trama. E incluso hay crítica social que entusiasma a los sociólogos. Asimismo, Juego de tronos incorpora elementos sobrenaturales en su trama, tan sutiles y bien integrados que resultan totalmente creíbles.
Y tiene ese contubernio de narración que vuelve locos a los estudiantes de letras, ya que cualquier cosa le puede pasar a cualquiera en cualquier momento; un villano puede mostrar su nobleza o un personaje bueno puede aniquilar a otro. “Los Soprano en la Tierra Media”. Así describe Benioff a la historia. Además, hay tanta sangre que hasta los aficionados a Saw palidecen.
Por los siete
Mientras los ejecutivos de HBO estudian la posibilidad de grabar episodios de la quinta temporada en España, los seguidores de la serie pueden contemplar los majestuosos paisajes de Irlanda del Norte, Belfast para ser más precisos, donde se ubican los estudios principales, también hay escenas rodadas en Croacia (donde se ambientan las secuencias que tienen lugar en
Desembarco del Rey), Islandia (para las localizaciones de Más allá del Muro), Marruecos (por donde Daenerys peregrinó con su ejército) o Malta, además de EEUU.
Si aún no has visto la serie te aconsejamos que busques engancharte a través de los sistemas ‘on demand’ o buscar los DVD de las temporadas pasadas.
La última temporada de Juego de tronos ha mantenido el ritmo, la emoción, la desazón y el desasosiego. Y como no habrá más de la serie hasta el próximo año, es mejor aprovechar
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